Me encuenro entre las rocas y el mar. Una orilla demasiado imperfecta y de difícil caminar. Pienso entonces en esos miles -millones, ¿por qué no?- que todavía están lejos y necesitarán llegar a una costa casi perfecta entre los átomos y los bits.
Por favor, no me compare con el Senador Flores. Mi ubicación temporal, social, económica y profesional está a milies -millones ¿por qué no?- de bits del emprendimiento de éste benchmark humano.
Fijate, no más.
Me encuenro entre las rocas y el mar. Una orilla demasiado imperfecta y de difícil caminar. Pienso entonces en esos miles -millones, ¿por qué no?- que todavía están lejos y necesitarán llegar a una costa casi perfecta entre los átomos y los bits.
Por favor, no me compare con el Senador Flores. Mi ubicación temporal, social, económica y profesional está a milies -millones ¿por qué no?- de bits del emprendimiento de éste benchmark humano.
Fijate, no más.