Las mentes no están preparadas, persiguen sus anhelos y se sostienen ante tanta presión de los ya instalados.
Los que estamos acá no queremos dejara a Chile a la deriva ni menos sin una nave que logre sortear las innumerables implicancias que tendrán que sortear los chilenos del futuro cuando las sociedades, comunidades, corporaciones y países comiencen a tener conflictos en el Mercaespacio.
Tanto los problemas limítrofes, como los de inminentes invasiones del futuro se podrán contener si Chile se sostiene y enclava hacia una instancia gubernamental que cautele el avance en las tecnologías. Podremos ser buenos para la labor, al igual que para la inventiva pero si no tenemos una industria boyante para dominar las redes, Internet y el comercio electrónico de la región, seguiremos manteniendo la dependencia total e intercontinental, inclusive.
Veremos comisiones, debates y hasta negligencias como la de un
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