Un comentario en la red cerrada de FACEBOOK, CH1.

No me parece que exista una tendencia, demasiado contraria hacia la corriente derechista, si es que la votación fuera libre y automática –sus trabajos de campaña están entre los que son más-. Quizás, está en el hecho de quienes son los que encarnan y proponen, con firmeza, que nuestra sociedad sea liberta en el aspecto ciudadano; el talante a liderar y luego capitalizar en eventuales elecciones y acciones en la “politosfera” (esfera polìtica).
No es fatal que exista una alternancia en el poder, ya que como dijo alguien por ahí: “Bueno sería que Lagos fuera otra vez presidente, para que asumiera todos los forrazos de su gobierno” –sin olvidar al señor Frei y su descabezamiento de la Agenda Pública en medio de la crisis asiática-. No estaría nada de mal que la Derecha obtuviera un periodo de 28 años digitales (4 años físicos) y demostrara si es que están a las alturas de los tiempos que hoy corren y hacen que sus empresas tengan que volar –una necesidad perentoria de los Estados en el mundo que se le avecina-.
Yo soy de CH1 dado que no fue posible que mi conciencia tuviera otro norte en aspectos de ideas y lógicas. Estamos en la vorágine de una construcción social planetaria con toda la especulación en tela de juicio y la red no cesa de hacer estragos en los mercados. Sin embargo, aún no podemos decretar –libres de mente- quienes deben ser nuestros líderes.
En todo caso, hace un tiempo atrás, me detuve a entender que aún siguen con el rollo de hacernos presas de la configuración, más allá de nuestra comprensión. Hemos llegado al punto de olvidarnos qué nos han insertado, para ser el colectivo que ostentamos: “Votar por el menos malo”; “uno que tiene roba menos, porque ya tiene harto” y “el pueblo unido jamás será vencido” deberían quedar en el museo de los dichos mal engendrados.
Requerimos de procesos para plantear una Agenda y respetar al máximo los acuerdos. El enemigo interno es una falacia, dado que los detentadores de nuestras potencias están más allá de nuestras fronteras.
Todo lo anterior, puede ser una verborrea, pero me imagino cuando una sociedad de 17M puedan votar por los que nos llevarán hacia una nueva realidad. ¿Partirá aquello cuando tengamos en la conciencia nuestra libertad para elegir? Obviamente, si nuestra mente está regulada y de ante mano controlada, no podremos nunca dejar en el museo una de las máximas: “Da lo mismo quien nos gobierne, igual tenemos que trabajar”.

Atte.
HSQO
CIO ij
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