Al parecer la generalidad, tiene una perspectiva muy obvia en la politosfera (esfera política). Cuando las batallas cesan y los enemigos se vuelven difusos, viene a tallar una que otra oferta de un orden divino acá en la tierra y ese me tinca que es el dinero. A todos, aquel trocador los corrompe y ha dejado en evidencia que: cuando el erario público está para ser administrado, es más bien malversado.
En mi caso, yo no soy excelente y mi inteligencia da para entender que nací en Chile y espero morir dentro de ésta nación. Mi evolución la entregaron varias condiciones que se presentaron, en un periodo que se desarrollo como favorable para mi ceno familiar, del cual solo tengo un irrestricto reconocimiento. No obstante, aquel periodo se originó por un lapso de tiempo en el cual no se aceptó la situación y un poder, cien veces más potente que el nuestro, nos oprimió hasta sofocar a nuestra nación.
Si la facción política a la que me he adosado esgrima que Chile es primero, no tengo más que estar jubiloso de lo que está por implantarse en la política de hoy. Indefectiblemente, creo que si existen chilenos que quieren a este país; han vuelto de sus exilios, abandonan sus tiendas y se unen para hacer fuerza con una gracia que solamente requiere de una excelencia: hombres y mujeres libres, contra la tiranía del poder corrupto, resistiendo a las tentaciones emanadas de máximos poderes, los cuales también pueden sucumbir.
Ya no seremos borrados de la historia y yo tengo mi cuota de jactancia por pertenecer a un grupo de chilenos que quieren ver moviéndose a toda la máquina. Mis conocimientos están a disposición de la patria. Con mi Rut y antecedentes quiero que el Estado me reconozca y sepa de mí, como su hijo político presto para protegerlo ante amenazas internas y externas. Además de entregarle cuanta potencia esté disponible y libre de la privatización indiscriminada, con el claro propósito que llegue hasta el más recóndito de los hijos de esta tierra.
Estaremos en los anales del futuro, indicándoles a los que estén en el vertiginoso mundo de las comunicaciones que acá se originó el cambio y la lucha. No prestamos atención a ofertas jugosas de todos los innumerables controles que ya están instalados en la sociedad. Queremos revertir la situación en este tiempo de cambios e instalarnos, de plano, en la conducción de toda la estructura administrativa del E°; sanearlo, depurarlo y revitalizarlo para un futuro más complejo y veloz.
Espero, por cierto, que nuestros líderes lleguen hasta donde sus condiciones sean explotadas al máximo y se entreguen por este país bello que ha sido el objetivo de tantos ensayos y cada cual tiene el tinte de la traición, la cooptación y la innoble cobardía. Si es que llegó el tiempo por abolir la ideología de llenarse los bolsillos y salir impune de la administración pública, esa tiene que ser encarnada por los que se decidieron a terminarla y enrostrársela a cada uno de los que la deja operar, siendo parte del descalabro nacional.
Esa es mi posición, hoy, y aún considero que mi opción está bien encaminada. Dado que los que están al frente de este movimiento, quieren terminar con el eterno oscurantismo que se ha cernido sobre Chile, como una vil mortaja sobre la conciencia de todos nosotros.
Héctor Samuel Quijada Olguín
Chileprimerista desde el 12 de mayo de 2007.
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